miércoles, 24 de agosto de 2016

Sí se puede lamenta que el gobierno de Candelaria rechace su propuesta para recuperar la zona de dominio público del hotel Tenerife Tour


La organización ecosocialista planteó al pleno la necesidad de que el Ayuntamiento resuelva la situación causada por el deterioro de la instalación en Las Caletillas.

Sí se puede lamenta que el grupo de gobierno municipal de Candelaria haya rechazado su propuesta para recuperar la zona de dominio público marítimo terrestre del Hotel Tenerife Tour de Las Caletillas para el uso de los vecinos y vecinas del municipio, tal como propuso a través de una moción en el pasado pleno del mes de julio.

La iniciativa, defendida por el concejal ecosocialista Agustín Espinosa, planteaba dos acuerdos: que el Ayuntamiento solicitara a la Demarcación Territorial de Costas de Santa Cruz de Tenerife la concesión del Dominio Público Marítimo Terrestre ocupado por la zona de las piscinas y jardines del hotel, e tras la obtención de la concesión, iniciar de forma urgente el saneamiento y acondicionamiento de esta zona como prolongación del Paseo Marítimo de Candelaria u otros usos apropiados para este entorno.

La propuesta de Sí se puede parte de la necesidad de que el Ayuntamiento se haga cargo de resolver la situación causada por el deterioro de esta instalación, que afea el entorno, presenta problemas de insalubridad y causa muy mala imagen entre los visitantes del municipio. A juicio de Espinosa, la corporación es competente en materia de seguridad y sanidad en la costa dentro del término municipal, tal y como recoge el Reglamento y la Ley de Costas, por lo que considera “absurdo no solicitar esta concesión y adecuar la zona para su uso”. La propuesta no supone un gran costo para el Ayuntamiento, puesto que, como señala Sí se puede en el texto de la moción, tras hacerse cargo de la concesión, la corporación podría adjudicar inmediatamente a través de concurso con el fin de que una empresa privada explotara las instalaciones y se hiciera cargo del mantenimiento a cambio de un canon.

Frente a la claridad de las posibilidades reales que ofrecen la zona y las instalaciones ahora abandonadas, el Ayuntamiento solo ha mantenido una reunión informal a finales de 2015. “Han pasado más de siete meses y la quietud es la tónica habitual, mientras que en otros municipios, como en Arona, el Ayuntamiento utiliza este mismo método en la explotación de las hamacas en sus playas”, apunta el concejal. El desinterés municipal es también responsable del “expolio y deterioro de las instalaciones”, lo que ahora incrementa el coste de rehabilitación.