miércoles, 21 de septiembre de 2016

Sí se puede denuncia que en el nuevo curso, el CEIP Punta Larga continúa usando contenedores prefabricados como aulas

Mayca Coello exige a la Consejería de Educación que aborde la situación del colegio de Candelaria como una prioridad




Sí se puede denuncia que comienza un nuevo curso y el CEIP de Punta Larga (Candelaria) sigue usando contenedores prefabricados como aulas. Cada día, de nuevo, desde hace diez años, niños y niñas reciben clases en estas instalaciones, que no reúnen las condiciones óptimas para garantizar el proceso educativo.

El comité local de la organización ecosocialista en Candelaria recuerda que en 2006 se inauguraron las aulas para Educación Infantil en el citado colegio. “Se supone que constituían un avance del nuevo centro educativo, que iba a resolver los problemas de masificación del actual”, asegura la portavoz del grupo municipal de Sí se puede en Candelaria, Mayca Coello.

Coello señala que ya en 2011 Sí se puede denunció la colocación de los primeros contenedores prefabricados en el CEIP Punta Larga, con un uso que justificaron para resolver la falta de espacio. “Estos barracones se han cambiado de sitio, pero siguen empleándose en este nuevo año escolar. Al menos los niños y niñas de tres cursos tienen que soportar año tras año las precarias condiciones de estas instalaciones”, asegura la concejala.

Sí se puede recuerda que en los últimos años se han buscado soluciones para “la desbordante demanda educativa”. Así, se convirtió la anterior biblioteca en aula, lo que obligó a reubicar este servicio al lado de la cancha deportiva, y se ha construido en espacios residuales para obtener nuevos espacios, lo que no ha evitado tener que seguir usando aulas prefabricadas. Sin embargo, “no es de recibo seguir con parches que no resuelven y que agravan la densificación del centro ni se puede soportar la continuidad de instalaciones precarias y desiguales”, apunta la portavoz.

Se trata de “lograr que la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias garantice prioritariamente la puesta en marcha de acciones que signifiquen la definitiva solución del problema”, exige Coello. El colegio de Punta Larga requiere, además, nuevas dependencias de comedor, porque el reducido espacio obliga a hacer varios turnos de comida. Así se provoca “un aprendizaje de hábitos inadecuados para el alumnado, como comer a la carrera porque llega el siguiente turno, o una espera excesiva para los niños y las niñas que comen en último lugar”.

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